Déjà vu y otros errores de la matrix

Dejavu, el tiempo vivido

Seguramente la mayoría de las personas que lean esta nota, han experimentado alguna o varias veces en su vida un Déjà vu. Aunque es un término francés, es tan común que ya se encuentra integrado completamente al vocabulario español y lo usamos para definir esa sensación de que algo que acaba de pasar ya lo hemos experimentado anteriormente. A veces el ir caminando al trabajo, la escuela o pasar por una tienda o saludar algún amigo, nos produce la sensación de haber vivido ya el momento que “ya estuvimos ahí”.

Los expertos llevan muchos años estudiando cuál puede ser la razón que explique el déjà vu; y han concluido que se debe a un error de nuestro cerebro en la interpretación de los hechos en el tiempo. Una incapacidad de establecer primero una secuencia y luego otra, se debe a un retraso entre lo que estamos viendo y el tiempo que tarda nuestro cerebro en registrar el momento. Es decir, el cerebro procesa más lentamente en ocasiones –con una diferencia de tan solo milisegundos- lo que el ojo ve.

Pero mucho menos conocido es el fenómeno contrario, un “Jamais vu” o el encontrarse en una situación familiar que ya ha sucedido antes pero no reconocerla.  Jamais vu (“nunca visto” en francés), describe la extrañeza que sentimos ante una experiencia habitual –nuestra propia casa, la cara de algún amigo, un lugar o el nombre de un objeto- al creer erróneamente que lo vemos por primera vez. En otras palabras, sentir que algo común que estamos acostumbrados a ver o realizar, nos parezca extraño o desconocido.

El psicólogo británico Chris Moulin en sus experimentos sobre  en torno al jamais vu, pidió a 92 personas que escribieran palabras comunes, como “puerta”, 30 veces durante un minuto. Cuando los participantes explicaron sus experiencias, más del 70% sintió que la palabra “puerta” estaba inventada o no correspondía con la realidad “puerta”. Un jamais vu.

Así, fenómenos psíquicos como este, son comunes en nuestra vida y son provocados por errores de percepción. Aun más desconocido por su nombre, pero mucho más común que los anteriores es el “Presque vu” o casi visto, que comúnmente le llamamos: lo tengo en la punta de la lengua.