El océano ha sido amado y respetado por muchas generaciones de marineros, pescadores, poetas, escritores y es fuente de inspiración para muchos más. Ernest Hemingway reflejó en su obra más famosa, “El viejo y el mar”, la pasión que sentía por el océano. Esta atracción hacia el mar, para algunos es algo más que un fugaz sentimiento y se vuelve una intensa y profunda "llamada". Son muchas las personas que piden que sus cenizas sean esparcidas en las aguas de algún océano, y ahora existe un lugar para aquellos cuyo amor por el mar es tan grande, que traspasa las barreras de la vida y la muerte.
Situado a aproximadamente 5 kilómetros de las costas de Miami, se encuentra el cementerio Memorial Reef Neptune, cuyas tumbas se hayan sumergidas a 14 metros de profundidad, brindando un “último descanso marino” a los amantes del mar. Construido por la empresa Ft. Lauderdale, la cadena más grande de crematorios de los Estados Unidos, es una recreación de la legendaria ciudad perdida de la Atlantida y cuando finalice la última de sus etapas de construcción; será el mayor arrecife hecho por el hombre en el mundo.
La belleza de las ruinas bajo el mar
Con una extensión de más de 6 hectáreas de suelo oceánico, ofrecerá espacio para más de 125.000 tumbas, diseminadas por el majestuoso cementerio submarino. Pero también, las más de 2000 toneladas de hormigón en forma de cúpulas, arcos y columnas, así como los leones de bronce desplegados en este fondo cristalino, sirven como atractivo turístico para buceadores que buscan nuevos espacios para explorar
.
En la actualidad, los restos de más de 100 personas yacen ya en este arrecife mortuorio como un "homenaje a la vida bajo el mar" y según datos de la Sociedad Neptuno, la vida marina se ha incrementado un 60% en la zona desde la instalación. Mientras la cremación en sí tiene sus desventajas ambientales (es decir, el uso de energía y la contaminación por mercurio), utilizando tus "restos" de construir un nuevo hábitat para la vida marina no es una mala manera de partir de este mundo, sino una contribución final a todo lo que en vida recibimos del planeta.
En la actualidad, los restos de más de 100 personas yacen ya en este arrecife mortuorio como un "homenaje a la vida bajo el mar" y según datos de la Sociedad Neptuno, la vida marina se ha incrementado un 60% en la zona desde la instalación. Mientras la cremación en sí tiene sus desventajas ambientales (es decir, el uso de energía y la contaminación por mercurio), utilizando tus "restos" de construir un nuevo hábitat para la vida marina no es una mala manera de partir de este mundo, sino una contribución final a todo lo que en vida recibimos del planeta.
Una de las 100 tumbas que habitan hoy el lecho marino
Para los que piensan en el Memorial Reef Neptune como una opcion, tal vez en lugar de dejar flores en la tumba cualquiera, o conmemorar sus cenizas en una urna en su sala de estar, podrán llevar a la familia en un viaje de buceo y visitar a sus seres queridos bajo el mar.
0 comentarios:
Publicar un comentario