Una de las partes más enigmáticas del fenómeno extraterrestre son los abducidos, o aquellos que creen haber sido secuestrados por algún tipo de inteligencia alienígena. Y aunque normalmente la memoria de esos momentos queda bloqueada y el abducido es incapaz de recordar lo ocurrido, mediante regresiones hipnóticas es posible recuperar información de ese tiempo perdido del cual no tienen recuerdos. En algunas de ellas, los sucesos relatados son escalofriantes pues los abducidos narran haber sido sometidos y examinados en el interior de naves, por entes extraterrestres que se comunican en la mayoría de los casos telepáticamente.
Las abducciones suelen producirse por la noche y en muchas ocasiones cuando el secuestrado va conduciendo su coche por alguna carretera solitaria o se encuentra solo en alguna zona boscosa. De pronto una luz potente hace que su auto se detenga y las comunicaciones fallan, mientras ve como se acercan al automóvil unos seres grises, pequeños y de ojos y cabezas muy grandes. En este punto debemos analizar un detalle: no importa el lugar donde ocurre, ni a la persona o las personas, las características de los seres son siempre las mismas.
Siempre en lugares solos o alejados
Después de sentirse sometidos por alguna fuerza invisible que les provoca una pérdida de la voluntad, las personas son conducidas al interior de una nave donde les practican todo tipo de experimentos; algunos de ellos de índole sexual. También reportan haber sido operados para “implantar” extraños objetos en sus cuerpos. El interior de la nave a donde serían conducidos los abducidos, por lo general es descrito como una sala redonda y con cúpula, iluminada por una luz difusa que parece salir de las paredes y del piso y donde todo el tiempo están bajo observación con aparatos del tipo medico. Al finalizar su abducción reaparecen en el lugar donde justo antes fueron capturados sin poder recordar nada de lo sucedido. Las pruebas mediante hipnosis y las cirugías para recuperar esos implantes extraños, han podido consolidar a este fenómeno como algo real en el mundo de la ufología.
Lo interesante es que la mayoría de los supuestos abducidos a lo largo y ancho del planeta cuentan, sin conocerse entre sí, similares historias de los acontecimientos. Si estos relatos no son producto de verdaderas experiencias de contacto extraterrestre, entonces cómo explicarlos. ¿Por qué miles de personas en el mundo relatan historias similares?
Los grises, una imagen terrorifica
El objetivo final de las abducciones de seres humanos sigue siendo un misterio hasta el día de hoy, pues ni la hipnosis más profunda ha podido desvelarlo. Cuando se llega en la regresión hipnótica a este punto tan profundo en la mente, el corazón del abducido se acelera, llegando a alcanzar hasta 120 pulsaciones y obligando a suspender la experiencia para no poner en peligro su vida. Como si los captores los hubieran programado para recordar “solo” lo permitido.
Repasemos los casos de abducción más famosos de la historia.
Caso de Betty y Barney Hill
Es el primer caso reconocido de abducción y se remonta al 20 de septiembre de 1961. Betty y Barney Hill viajaban en coche por New Hampshire hacia la medianoche, cuando vieron un “objeto en forma de platillo” que parecía seguirles. Barney abandonó la carretera y se deslizó hasta situarse a unos 25 m de “una enorme nave con luces rojas que producían un extraño zumbido “.
Aterrorizados, los Hill aceleraron para huir, pero el coche empezó a vibrar. Luego, oyeron un extraño sonido y se vieron envueltos por una neblina. Más tarde, cuando llegaron a su casa, se dieron cuenta de que sus relojes habían estado parados durante dos horas, pero no fueron capaces de recordar lo ocurrido durante ese tiempo. Posteriormente, ambos tuvieron pesadillas y aceptaron someterse a una terapia conocida como regresión hipnótica para descubrir lo que les había ocurrido.
La regresión hipnótica permite aflorar el subconsciente y los recuerdos ocultos. Los Hill declararon bajo hipnosis haber sido transportados a bordo del ovni por “alienígenas de un metro y medio de estatura, de piel grisácea, cabezas sin pelo y en forma de pera y ojos de gato”.
Betty hizo un vívido retrato de lo que había ocurrido durante esas dos horas. Recordó haber sido sometida a un examen médico. Contó que le extrajeron muestras de la piel y le introdujeron una larga aguja por el ombligo como parte de lo que ella llamó una “prueba de embarazo”. También le enseñaron un mapa de Zeta Reticuli. Betty Hill cree que los alienígenas le mostraban el lugar de donde procedían.
El caso del Cabo Armando Valdés
En Abril de 1971, en la pampa chilena, un grupo de soldados que se encontraban patrullando la zona, junto al Cabo Armando Valdés, divisaron una luz muy potente descender cerca de un cerro. Valdés camino hacia la luz, pidiéndole que se identificara, avanzó y penetró en una extraña niebla para desaparecer completamente. Quince minutos después reapareció varios metros atrás, lejos del lugar donde la niebla se lo llevo y tras pedir auxilio perdió el conocimiento.
“De los quince minutos, no recuerdo nada. Los soldados dicen que al entrar en la niebla me esfumé, yo sabía que estaba entrando en la niebla, pero no recuerdo más. Lo único que guardo en mi mente es haber tenido un sueño profundo, haber caído en el fondo de un abismo y en lo demás mi cerebro está vacío. ¡Quiero saber qué pasó!” – Cuenta en sus propias palabras
Entre los fenómenos ocurridos en los quince minutos que duró la abducción, se destaca que el calendario del reloj digital se adelantó cinco días y la barba le había crecido
Caso de Próspera Muñoz
Los hechos tuvieron lugar en el verano de 1947, en una casa de campo situada en España.
Próspera y Ana, dos niñas de 7 y 11 años, vieron cómo un objeto discoidal se sitúo, a plena luz del día, en las inmediaciones de una de las ventanas de su casa. De él salieron dos seres vestidos con trajes, de cara muy delgada y enormes ojos alargados, que acaban entrando en la casa y entablando una conversación con las niñas. Aquellos visitantes, tras pedir un vaso de agua –que nunca llegaron a tomar– e interesarse por las fases de la Luna que aparecían marcadas en un calendario de pared, volvieron a desaparecer, tras asegurar a ambas niñas que regresarían pronto a por una de ellas. Desde su partida, una serie de insólitos acontecimientos rodearon la vida de la familia Muñoz durante los días siguientes: la puerta de la despensa se bloquea, los alimentos se pudren en su interior con inusitada rapidez, como afectados por algún tipo de radiación y los extraños seres acaban reapareciendo al cuarto día llevándose a Próspera a bordo de un OVNI en plena noche, sobre un gran campo de olivos.
Una vez dentro le enseñan, a través de una especie de gran «pantalla de cine», escenas cotidianas de Próspera y su familia. Como sucede en tantos otros casos de abducción, realizan con ella una serie de análisis médicos que concluyen con una especie de operación quirúrgica en la que le es insertada una especie de «microcápsula» en la base del cuello.
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