Comúnmente conocido como el Templo del Tigre, Wat Pa Pa Luangta Yannasampanno, en el oeste de Tailandia fue fundado en 1994 y se describe a sí mismo como un santuario de animales. Aunque muchos de los tigres nacieron allí, un cachorro fue llevado en 1999 después de quedar huérfano por los cazadores furtivos, en la frontera entre Tailandia y Birmania y desde entonces la gente ha traído tigres de todas partes para el abad y su personal de 60 monjes, para ser atendidos y, tal vez algún día liberados en el medio silvestre. En estas décadas, se han acumulado más de 50 tigres.
Los turistas pueden convivir con los tigres sin peligro aparente
A través de los años, el templo ha crecido y ahora ofrece a los turistas la oportunidad de conocer de cerca a sus tigres domesticados. Situado a sólo 30 minutos a pie del popular destino turístico de Kanchanaburi, Wat Pa Pa Luangta Yannasampanno recibe montones de visitantes cada día. Algunos vienen en viajes desde Bangkok para ver a los grandes felinos.
Durante las horas de visita, los felinos son guiados alrededor de una cantera por los monjes, y por una tarifa, posan para las fotos con los turistas y se sientan en su regazo. Los monjes dicen que la “quietud” y docilidad de los tigres, se debe a la meditación y al vinculo que esta crea con los animales.
El templo, construido en una cantera cercana a un bosque, también tiene jabalíes salvajes, gacelas y pavorreales que conviven con los tigres sin ningún problema. Sin duda, algo insólito si tomamos en cuenta el instinto cazador que por naturaleza poseen todos los felinos.
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