Cuando los científicos hablan de "teletransportación", se refieren a la transferencia de estados cuánticos, que son propiedades físicas como la energía, el movimiento y el campo magnético del átomo y aunque la ciencia está muy lejos de construir una máquina que nos lleve de un lugar a otro, como ocurre en la película Star Trek o en algunas series animadas, la teletransportacion como tal, no es algo imposible. Los investigadores afirman que con cálculos matemáticos es posible teletransportarse y prueba de ello, es el fenómeno conocido como entrelazamiento cuántico.
El entrelazamiento cuántico permite que dos o más partículas nacidas de una misma fuente, se vinculen tan profundamente que llegan a compartir la misma existencia. Por ejemplo, los cambios producidos en una de ellas influyen inmediatamente en la otra. Esa influencia o acción se produce en un tiempo cero, sin importar la distancia entre ambas partículas, incluso en lados opuestos de la galaxia. Esta aparente violación al principio de que “nada puede viajar más rápido que la velocidad de la luz” es el gran secreto de la teletransportación.
Este fenómeno de entrelazamiento ocurre solo en objetos microscópicos como las partículas, ya que a nivel macroscópico los objetos pierden esta propiedad, debido a un efecto conocido como decoherencia o pérdida de coherencia de un objeto. Los físicos han objetado mucho la posibilidad de teletransportar humanos, por una razón. Para poder hacerlo se deben conocer exactamente la posición de todos los átomos de un ser vivo, y esto no se puede hacer para objetos grandes, que contienen billones de billones de átomos.
A pesar de lo inverosímil que puede sonar todo, no hay año que no salte a las secciones de ciencia de los medios de comunicación un nuevo titular sobre teleportación cuántica a una distancia cada vez mayor y con partículas cada vez más complejas. Por ejemplo en este año 2103 un grupo de ingenieros chinos ha impuesto un nuevo récord en la teletransportación cuántica al entrelazar un par de fotones separados por una distancia de casi 100 km.
La pregunta entonces es : ¿se logrará al fin teletransportar objetos macroscópicos, incluso vivos?
Conceptualmente un objeto macroscópico es un conjunto de muchas moléculas, cada una de ellas con su propia información cuántica. Transmitir esta gigantesca cantidad de información a un conjunto similar de partículas situadas en otro lugar, supone un reto difícilmente imaginable hoy en día. Además, en el caso de un ser vivo, el más mínimo error en esta transmisión de información supondría una catástrofe. Pero la ciencia avanza día a día y en el campo de la física cuántica, no existen imposibles.
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