La última persona en pisar el suelo lunar, fue el astronauta Gene Cernan en 1973, formando parte de la tripulación de la misión Apolo 17. A lo largo del siglo pasado seis naves Apolo visitaron la luna, 12 astronautas, tres sondas rusas, una japonesa y dos europeas.
Hoy en pleno siglo XXI, ninguna nave o sonda recorre la luna sin embargo, ha resucitado el interés de la comunidad internacional por “regresar” a nuestro satélite natural y ahora, la Agencia Espacial Europea y la firma de arquitectos Foster + Partners están trabajando en un proyecto para construir las primeras bases lunares humanas hacia el año 2018. Una tarea de estas dimensiones costaría miles de millones de dólares (el programa lunar estadounidense costó alrededor doscientos mil millones de dólares) y supondría un esfuerzo de tecnología enorme, por lo cual se están desarrollando métodos alternativos de construcción que permitan hacer más eficaz y barata la colonización lunar.
El uso de domos subterraneos facilitaria la formacion de colonias lunares
Transportar materiales mediante cohetes supondría una elevación enorme de los costos, por lo tanto la AEE está proponiendo construir los refugios lunares con los mismos materiales rocosos que podemos encontrar en su superficie y adaptarlos con la ayuda de impresoras 3D. Esto reduciría hasta en un 90% el uso de materiales externos. Los asentamientos seria diseñados para ser subterraneos.
¿Viviremos para ver las primeras bases lunares humanas?
Según indican los análisis, la estructura en el suelo lunar proporcionará el aislamiento de la radiación y la temperatura, y en el interior un domo inflable serviría de entorno a los primeros colonos del suelo lunar. El inflable, los conectores y los artefactos para la vida cotidiana en la luna serán transportados por la nave de la tripulación, por tratarse de elementos muy livianos facilitando asi el viaje.
El proyecto ya está en marcha y se están realizando pruebas construyendo muros en condiciones semejantes a las lunares para estudiar su comportamiento . Sin duda nos acercamos lentamente a lo que parece ser el comienzo de una nueva carrera espacial.
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