Impresoras 3D: el futuro de la construccion


 El limite esta solo en la imaginación


Las impresoras 3D están revolucionando la manera en que construimos y fabricamos, el mundo en la actualidad. Son  máquinas capaces de crear piezas  a partir de un archivo digital previamente modelado o escaneado. Antes,  la mayoría de la gente que necesitaba imprimir un documento tenía que acudir a la imprenta más cercana. Ahora casi todo el mundo tiene una pequeña impresora en la que puede imprimir de forma cómoda y rápida cualquier cosa, desde su casa, escuela o trabajo.

¿Cómo funciona y para qué sirve?


Una impresora 3D funciona mediante el seccionamiento del diseño 3D y la impresión de esas capas una encima de la otra en una espacio de construcción,apilando capa tras capa hasta conseguir una pieza real. La geometría de la pieza se soporta gracias al polvo “no-imprimido”, lo que permite un amplio rango de complejidad en las piezas. Esta tecnología no necesita estructuras de soporte durante la fase de construcción, ya que el polvo cumple esa función hasta que la pieza se desentierra de la cubeta de fabricación.

 En comparación con las tecnologías de fabricación, una impresora 3D es más rápida, más eficiente, además de tener un precio más económico.


 Yoda en 3D


Actualmente se usan impresoras 3D para casi todo tipo de industrias, desde las refacciones hasta la medicina y las prótesis y curiosamente, para imprimir tejidos humanos. Si, humanos. El límite de cosas capaces de producir no parece tener fin. Organovo e Invetech, son los fabricantes de lo que se considera la primera bioimpresora en tres dimensiones capaz de imprimir tejidos humanos que servirán a las víctimas de grandes quemaduras o quienes esperan un trasplante. La idea básicamente es emplear un "cartucho" cargado con células humanas y otro con un hidrogel especial para crear trozos de tejido, capa por capa. Mucha gente se ha beneficiado en los últimos años con las prótesis impresas en 3D por estas maquinas.

Si bien las estructuras 3D generadas están compuestas por células humanas vivas, y se parecen lo suficiente a un órgano real como para resultar útiles en laboratorios de investigación, lo cierto es que la producción de órganos completos está todavía lejos. No obstante esto, se trata de un gran paso hacia un mundo en el que ya no sea necesario esperar meses para conseguir un órgano de reemplazo, o en el que los pacientes que han resultado víctimas de incendios o accidentes no deban pasar meses esperando a que sus propios tejidos se reproduzcan lo suficiente como para poder realizarse autotransplantes. Una  impresora que fuese capaz de “imprimir” trozos de piel compatibles con el paciente sería poco menos que milagrosa. Los investigadores se muestran confiados en que no habrá que esperar demasiado tiempo para que esto ocurra.



La tecnología de la impresión 3D no deja de avanzar. Lo que nació como un concepto de ciencia ficción se convirtió en realidad hace menos de una década, cuando las primeras impresoras 3D comenzaron a aparecer en las tiendas. Hoy día se pueden conseguir a un precio razonable, y con prestaciones más que interesantes.

¿Y  tú, que imprimirías en tu impresora 3D?

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